La rosácea es una enfermedad común pero la mayoría de las personas que la padecen no saben que la tienen. Dados los efectos que tiene sobre la apariencia puede causar problemas psicológicos, sociales e inclusive ocupacionales.
La rosácea no tiene cura pero puede ser controlada. Cada individuo es diferente por lo que ante cualquier síntoma es importante acudir al especialista por un diagnóstico y tratamiento adecuado antes de que la enfermedad progrese.
Los síntomas más comunes son:
- Rojeces en las mejillas, nariz, mentón y frente.
- Venas visibles en la cara.
- Espinillas o granos en la cara.
- Ojos llorosos o irritados.
Seguir el tratamiento indicado por la doctora y cambiar hábitos para evitar acciones que disparan la rosácea controlan de manera efectiva los síntomas a largo plazo.
Los disparadores de rosácea más comunes son:
- exposición solar
- estrés emocional
- clima caliente o frio
- viento
- alcohol
- comida picante
- ejercicio demandante
- baños calientes
- bebidas calientes
- algunos productos cosméticos
Tips que pueden ayudarte:
- Antes de aplicar tu maquillaje utiliza un corrector de color verde o amarillo para contrarrestar lo rojo y anularlo.
- Utiliza un producto ligero y difumínalo bien con una esponja.
- Utiliza un rubor adecuado, un tono muy rosa puede no favorecerte pues acentúa las rojeces.
- Evita tónicos y astringentes.
- Aplica cremas diseñadas para ti.
- Recuerda, el protector solar es tu mejor amigo.
- Siempre lava y seca tu piel de manera suave para no dañarla al tallarla.
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